Área Comunitaria

El objetivo del área de intervención comunitaria está orientado al fortalecimiento de redes comunitarias, conformadas por organizaciones del Estado y sociedad civil, en la atención y protección a población refugiada y migrante. Busca mejorar las estrategias de respuesta para una adecuada integración a la comunidad de acogida.
Así mismo, bajo un enfoque comunitario promueve la participación y empoderamiento de la población en general para el logro de objetivos comunes. Las acciones propuestas desde esta área se ejecutan bajo los siguientes enfoques:
Enfoque comunitario
Este enfoque apoya a las comunidades a trabajar para prevenir los problemas sociales y a enfrentar directamente aquellos que se presentan a partir de sus propios recursos y fortalezas, y empodera a todos los actores para brindar protección y soluciones duraderas enfocados en el logro de sus propias metas y objetivos.
Enfoque de derechos
Se centra en los grupos de población que son objeto de una mayor marginación, exclusión y discriminación. Este enfoque tiene su origen en los principios de participación y empoderamiento de las personas y comunidades para promover el cambio y ayudarlos a ejercer sus derechos y cumplir con sus obligaciones. Asimismo, involucra a las agencias en el respeto de estos y en el trabajo conjunto para apoyar procesos de cambio en la sociedad.
Enfoque de género
Considera las diferentes oportunidades que tienen los hombres y las mujeres, las interrelaciones existentes entre ellos y los distintos papeles que socialmente se les asignan. Es por tal motivo recalcar la importancia del desarrollo de prácticas y acciones comunitarias que permitan ser elemento integrante de la elaboración, la aplicación, la supervisión y la evaluación de los programas a fin de que las mujeres y los hombres se beneficien por igual.
Enfoque intercultural
Pretende fomentar la convivencia entre las personas de diferentes culturas y religiones a través de una mirada centrada en la persona como protagonista y titular de derechos. Se plantea desde una mirada intercultural a las políticas públicas, la cual tiene como punto de partida la constatación de una realidad social, religiosa y culturalmente diversa. Se pretende contribuir a la transformación social promoviendo cambios en las dinámicas de exclusión, discriminación, invisibilización y desigualdad que se dan hacia determinados colectivos que pertenecen a culturas minoritarias.

Así mismo, se han definido tres líneas de acción dentro de las cuales se organizan las actividades:

Identificación y derivación:

Sensibilización e integración:

Articulación e incidencia:
